Del otro lado de las cordillera nos espera un país con miles de opciones para disfrutar en viajes cortos y largos, con montañas, desiertos,termas, lagos,mar y ciudades muy tranquilas y de gran patrimonio cultural.
Santiago de Chile se transformó en una ciudad que cimentó su imagen de tranquilidad, limpieza y calidad de vida bien valorada por los visitantes (descontando que el tráfico es infernal como toda ciudad capital del mundo). La primera y mejor opción como viajero al llegar a Santiago es la de caminar por sus calles y descubrir una metrópolis que renueva cada vez más sus espacios. En el centro de Santiago se desarrolla la mayor parte de la vida cívica del país, ahí está La Moneda (el palacio de gobierno), la Plaza de Armas y los edificios del poder judicial y ejecutivo. Con sus variados museos y paseos peatonales, el centro es un espectáculo en sí mismo. Barrios como Providencia, Bellavista, Las Condes o Vitacura mezclan comercio, gastronomía y una agitada vida nocturna que termina pasadas cinco de la mañana. Pese a todo el cemento propio de una gran ciudad, en Santiago se encuentran espacios verdes de mucho valor como el Parque Metropolitano, conocido como “cerro San Cristóbal” es visible desde gran parte de la ciudad y se puede subir hasta su cumbre caminando, en bicicleta o auto y, también, en un antiguo pero reformado ascensor (llamado “funicular”). Cuando la lluvia cae sobre Santiago, cae nieve en la cordillera de Los Andes, dándole vida a los centros de ski santiaguinos. A menos de dos horas del centro de Santiago, los más grandes centros de ski del hemisferio sur son también los más accesibles. Centros como El Colorado, La Parva y Valle Nevado tienen pistas para todos los niveles y durante la semana no están muy llenos, incluso en temporada alta. Varias agencias de ski ofrecen transporte diario, te llevan temprano a alquilar los equipos y te devuelven al hotel en la tarde. No hay que perderse el paseo por los viñedos en medio de la ciudad y que ofrecen degustaciones de los mejores vinos chilenos. O internarse hacia la Cordillera de Los Andes hacia el pueblo de Pirque o por el cajón del río Maipo, para encontrarse con la naturaleza, probar comida típica, comprar unos souvenirs o alojarse a las orillas del río.Pero una de las mayores virtudes de Santiago es que se está a menos de 60 Km. de los centros de ski y muy cerca del puerto de Valparaíso (poco más de una hora), Viña del Mar y otros centros de veraneo a orillas del Pacífico. Desde Santiago como epicentro se pueden elegir otros destinos hacia el norte y hacia el sur ideales para conocer en invierno y hacer un poco de aventura.
Precedido sólo por Torres del Paine en atractivo turístico, los paisajes surreales del desierto más árido del mundo son la joya nortina de Chile. Caluroso durante el verano, en el invierno trae noches frías y temperaturas agradables durante el día. San Pedro de Atacama es uno de sus principales destinos. Un pueblo pintoresco con construcciones de adobe, rodeado de géiseres, salares y valles lunares. Más al norte, el Parque Nacional Lauca, cerca de la frontera con Bolivia, es lugar de fauna andina, volcanes y lagunas cristalinas. En este lugar también se da el “invierno boliviano” durante el verano, con neblinas y ocasional- mente nieve, haciendo de este par- que un lugar ideal para visitar en invierno. Veinte horas dura el viaje en colectivo de Santiago a Calama (para llegar a San Pedro) y Arica (para ir al Parque Nacional Lauca). Lo ideal es hacerse un tiempo para vi- sitar ciudades como La Serena y Copiapó (en las cercanías del Parque Nevado Tres Cruces, otro gran lugar para admirar el altiplano). Otra alternativa es tomar un avión.
Por su clima subtropical y ubicación en el océano Pacífico, Isla de Pascua (también conocido como Rapa Nui) es un destino ideal para todo el año. En los meses de julio y agosto, hace más frío que el resto del año, pero en promedio, las temperaturas llegan a los 64°F (18°C), por lo que la isla se convierte en un lugar perfecto para el ciclismo o trekking por sus lugares arqueológicos. Los meses de invierno son también los más secos, ya que la lluvia puede caer en cualquier estación en Isla de Pascua. Para un viaje cultural e histórico hay que visitar Rapa Nui. Si se quiere disfrutar de sus playas, mejor esperar al verano. Debido a la distancia que la separa del continente, a Isla de Pascua se llega únicamente en avión, saliendo de Santiago. A pesar de que los pasajes pueden resultar caros, si tienes flexibilidad de fechas y buscas regularmente se pueden encontrar ofertas.
El festival de la Virgen del Carmen en mediados de julio lleva cerca de doscientas mil personas a este pueblo donde alrededor del año residen menos de mil habitantes. Éstos van a rendirle homenaje al patrono de Chile, Nuestra Señora de Monte Carmelo. La celebración incluye las tradiciones más vibrantes del catolicismo andino, tales como el Baile Diablada, que tiene sus orígenes en el culto a la Pachamama Andina (madre tierra). Hombres en trajes coloridos con máscaras diabólicas de cachos retorcidos se enfrentan a las fuerzas del arcángel Miguel, acompañados de percusiones. Si estás en Chile en el mes de julio, no se puedes no asistir a este evento. Es fácil llegar a La Tirana de Iquique o Arica, particularmente durante el festival, cuando el transporte aumenta para que lleguen los visitantes internacionales y nacionales. Es importante ser paciente durante estas fiestas, así que se debe planear todo con tiempo extra para lidiar con las multitudes. Es recomendable llevar equipo de camping, ya que no hay mucho alojamiento en La Tirana. Se puede viajar de Santiago a Arica o Iquique en colectivo o en avión.
En el lluvioso sur, el Lago Villarrica es más conocido por Pucón, el centro chileno de turismo aventura. Mientras que el lago y los volcanes ale- daños pueden estar llenos durante los meses de verano, el invierno mantiene alejados a los turistas de mayo a septiembre. Se puede disfrutar de la emoción de una visita a la nevada cima del volcán Villarrica o de la calma de una ida a las termas. La manera más fácil de llegar a Pucón es en ómnibus, viajando durante la noche (diez horas). Muchas compañías ofrecen este viaje a diario. El centro de ski está a veinte minutos de Pucón y se pueden visitar las termas Huife, Menetúe o San .